domingo, 5 de mayo de 2013

HISTORIA DE ALICANTE

La ciudad ostenta los títulos de «Muy Ilustre Fiel y Siempre Heroica Ciudad de Alicante». Las dos primeras le fueron concedidas por Felipe V; bastante más tarde le llegaría la de Heroica, que le otorgó Alfonso XII según real decreto aparecido en el Boletín Oficial de la Provincia el viernes 10 de junio de 1881. 

PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA
Los orígenes del asentamiento urbano en la huerta y alrededores de Alicante se remontan a la aparición de poblados íberos que datan del siglo III a.C.  Y son los  colonos griegos, los que tomaron como referencia marítima para la navegación de cabotaje al monte Benacantil llamándolo Akra Leuka («Promontorio Blanco»), si bien no hay certeza de edificaciones de aquella época, si sabe que  Amilcar Barca el cartaginés, situó allí su principal acuartelamiento militar por las posibilidades que ofrecía su cima.
En el 201 aC. Los romanos capturan la ciudad íbera del cercano Tossal de Manises conocida como Leukante o Leukanto (Lucentum es una latinización del nombre original que sólo existió en los mapas romanos) que contaba con un aceptable puerto marítimo-fluvial. Éste será el primer solar de lo que con el tiempo se convertiría en Alicante.
Junto al poblado de Leucante (Lucentum) se encuentra una zona cenagosa e insalubre y  hace que deje de ser adecuado como el puerto y queda el asentamiento rodeado de marismas y pantanos palúdicos insalubres, por lo que su población se va desplazando progresivamente hacia las faldas del Benacantil, dando lugar al verdadero origen del actual casco urbano.


EDAD MEDIA
Periodo islámico
Entre el 718 y 1248 la ciudad cae bajo dominio islámico, pasando a llamarse Medina Laqant o Al-Laqant (obsérvese que el topónimo valenciano es Alacant). Durante este periodo, la ciudad siguió los destinos de Al-Ándalus y tras el desmembramiento del Califato de Córdoba perteneció a las Taifas de Denia y Almería. Hoy en día pueden observarse restos arqueológicos de la medina islámica junto al ayuntamiento de la ciudad.

Conquista cristiana
En virtud del tratado de Cazorla (Soria, 1179) entre Alfonso VII de Castilla y Alfonso II de Aragón, la frontera meridional de Aragón se fijaba en la línea que une Biar, Castalla, Jijona y Calpe. Por lo tanto Alicante pertenecía a la zona de expansión castellana.
Aunque en principio se procedió a repoblar la ciudad, la carencia de suficientes pobladores cristianos unido a razones económicas prolongó la permanencia de la población musulmana. Sin embargo, el gobernador de Alicante, Zayyan ibn Mardanish, no aceptó el pacto y fue obligado acompañado de muchos pobladores a abandonar el área en 1247, fecha en la que comienza la soberanía castellana de Alicante.
Por el Tratado de Almizra firmado en 1244 entre los reyes de Castilla y de Aragón, en el que se fijaron los límites de la expansión de sus respectivos dominios en la línea de Biar a Villajoyosa, Alicante permaneció bajo soberanía castellana por un espacio de 48 años. El rey Alfonso X el Sabio, una vez tomada la villa a los andalusíes, conmemora la victoria denominando al castillo árabe construido sobre el monte Banu-l-Qatil (de donde proviene «Benacantil») «de Santa Bárbara», por coincidir esta festividad con el día de la toma de la ciudad por la cristiandad.
Desde el principio, Alfonso X el Sabio intentó establecer en Alicante un grupo de cristianos numeroso dada la importancia militar y mercantil de la villa, pero el proceso repoblador fue lento y se prolongó a lo largo de todo el siglo XIII. Los repobladores cristianos, principalmente castellanos y leoneses, recibieron todo tipo de privilegios y franquicias para facilitar su asentamiento. Con esta finalidad de asegurar mejor su creciente poblamiento e impulsar más activamente su mayor promoción económica y comercial, en agosto de 1252 Alfonso X otorgó a la ciudad el Fuero Real, muy parecido al de Córdoba.

Corona de Aragón
Alicante fue conquistada en abril de 1296, a pesar de la resistencia del alcaide del castillo Nicolás Peris, terminando con la soberanía castellana. La conquista fue, en parte, facilitada por los colonos cristianos de origen catalán o aragonés (como, por ejemplo, la ayuda de la familia Torregrossa, de cuyo escudo se basa el actual blasón de la ciudad). Aun así, Jaime II respetó los privilegios e instituciones anteriores aunque adaptándolas a la nueva situación política.
El crecimiento de principios de siglo XIV se vería truncado a partir de 1333, cuando ya el hambre se dejó sentir en Alicante, primera señal de la crisis que se acercaba: la Guerra de la Unión (1348), la Peste Negra (1348) y la Guerra de los Dos Pedros (Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón) entre 1356 y 1366 que tuvo en Alicante uno de sus principales escenarios. La villa estuvo en manos castellanas y parte de la población emigró, murió o cayó cautiva. Como consecuencia de ello, la población se vio reducida a la mitad. Pedro IV el Ceremonioso dictó numerosas medidas para reactivar la economía y la paz social, aunque esto no evitó el ataque contra los judíos de 1391 que acabó con la presencia de esta comunidad en la sociedad alicantina.
Durante el siglo XV Alicante continuó creciendo y una próspera agricultura orientada hacia la exportación (vino, frutos secos, esparto) impulsó un notable desarrollo del puerto y una clase media que controlaba el gobierno municipal. La población continuó en aumento y este progreso sirvió de justificación aFernando el Católico para otorgarle el título de ciudad en 1490.


EDAD MODERNA
En 1510 Alicante era la quinta ciudad del Reino de Valencia. Desde la obtención del título de ciudad el desarrollo institucional, económico y demográfico de Alicante fue palpable. El puerto se convirtió durante la Edad Moderna en el más importante del Reino de Valencia y propició el asentamiento de colonias de comerciantes extranjeros que imprimieron un gran dinamismo al tráfico mercantil. El puerto además se convirtió en punto de salida de los productos de La Mancha y en un eficaz redistribuidor de algunos productos coloniales y de salazones llegados del norte de Europa.
Alicante fue objetivo militar en prácticamente todos los conflictos bélicos. Así fue casi destruida en 1691 por la escuadra francesa que dirigía el almirante D'Estrées y durante la Guerra de Sucesión fue ocupada alternativamente por austracistas y borbónicos. La voladura parcial del Castillo de Santa Bárbara por parte del caballero D'Asfelt determinó la salida de los aliados de la ciudad y el triunfo borbónico en esta parte del Reino de Valencia. La Guerra de Independencia dejó también sus secuelas como consecuencia de la crisis de subsistencia y de los gastos militares, se construyeron nuevas murallas y el Castillo de San Fernando, aunque las tropas francesas no llegaron a ocupar la ciudad.


ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
Siglo XIX
El primer club republicano se abrió en Alicante alrededor de noviembre de 1868, y esta tendencia política triunfó en las elecciones municipales de 1870.

Debido a su condición de ciudad portuaria fueron frecuentes las epidemias. Una de las más recordadas fue la del cólera-morbo de 1854. En esta epidemia destacó por encima de todos el Gobernador Civil Trino González de Quijano que heroicamente entregó su vida defendiendo y ayudando, durante los 24 días de su mandato, a los enfermos de toda la provincia. Fallecería víctima de la epidemia el 15 de septiembre de 1854. En recuerdo se le levantó un mausoleo en el que descansan sus restos en el centro de la Plaza de Santa Teresa.
La provincia de Alicante nació como tal en las Cortes liberales de 1822.En 1847 comienza la ampliación del puerto, y en 1858 finaliza la construcción del ferrocarril entre Alicante y Madrid. Entre 1854 y 1878 se derruyeron las murallas de la ciudad.



Siglo XX
Durante el periodo 1920–1935 la economía alicantina se decantó por la industria mientras la agricultura entraba en una segunda crisis. Alicante fue una de las ciudades donde los republicanos ganaron las elecciones municipales de 1931 y durante toda la II República los partidos de izquierdas mantuvieron una mayoría holgada. El primer alcalde de este periodo fue Lorenzo Carbonell Santacruz, elegido en la candidatura republicano-socialista, que con un 81% de votos realizó diversos proyectos urbanísticos de importancia y fomentó la construcción de escuelas públicas. En 1933, con la llegada del sufragio universal, votaron por primera vez las mujeres alicantinas, ganando el PSOE y en las elecciones generales del 16 de febrero de 1936 triunfó el Frente Popular con un 80,72% de votos.
Otro suceso importante fue el fusilamiento del dirigente falangista José Antonio Primo de Rivera, que se encontraba preso en Alicante, el 20 de noviembre de 1936. Como represalia Alicante sufrió el famoso Bombardeo de las 8 horas pocos días después.
La ciudad sufrió durante la guerra 71 bombardeos que causaron la muerte a 481 personas y el derrumbe de 705 edificios. El ataque que causó más víctimas fue el Bombardeo del 25 de mayor realizado por aviones italianos Savoia a las 11 horas del domingo 25 de mayo de 1938 cuando, tras soltar 90 bombas, murieron 313 personas, en gran parte mujeres y niños que se encontraban en el Mercado Central. Muchos historiadores actuales sobre la Guerra Civil española coinciden en equipararlo con el Bombardeo de Guernica.
A pesar de los bombardeos, la ciudad permaneció fiel a la República hasta el final de la Guerra y por ello fue objeto de técnicas de debilitamiento psicológico como por ejemplo el lanzamiento de pan blanco envuelto en lemas fascistas en época de hambre. Puesto que Alicante fue de las últimas ciudades en caer en manos de las tropas franquistas, en el puerto se vivieron escenas dramáticas entre los que esperaban buques para partir al exilio; había orden de matar a toda persona que se encontrara en la zona intentando huir, los buques extranjeros no aceptaban recoger a nadie debido a la amenaza existente sobre el hundimiento de cualquier barco que recogiera exiliados; los únicos barcos que corrieron el riesgo por salvar a la población civil fueron los argelinos y otros barcos como el Stanbrook que partió del puerto sobrecargado. Centenares de alicantinos partieron hacia Orán, creando una colonia estable y un hermanamiento entre las dos ciudades que todavía hoy persiste.
En la tarde-noche del 30 de marzo de 1939 entraban en la ciudad las unidades de la División Littorio, comandada por el general Gambara, con un ostentoso desfile delante del Ayuntamiento y las principales calles de la ciudad. La represión consecuente fue considerable al considerarse la ciudad y la provincia como «rojas». Los últimos detenidos republicanos en la guerra lo fueron en el puerto de Alicante, y la mayoría sufrieron la estancia en el campo de concentración de Los Almendros Al terminar la guerra, el alcalde Luciáñez propuso que la ciudad pasara a llamarse Alicante de José Antonio. Pese a aprobarse nunca llegó a producirse el cambio.
La década de los sesenta trajo el desarrollo económico y el crecimiento demográfico que continuó en las décadas siguientes. La economía evolucionó hacia el sector servicios, especialmente hacia el turismo, y se produjo el mayor desarrollo urbanístico de la ciudad, con el nacimiento de nuevos barrios en el extrarradio.
Con la llegada de la democracia el gobierno de la ciudad pasaría a manos del PSPV-PSOE desde 1979 hasta 1995, y desde entonces gobierna el PP. En la década de los ochenta se trató de solucionar el caos urbanístico mediante la creación de nuevas vías de comunicación (Gran Vía, Vía Parque) y la dotación a la ciudad de centros de salud, colegios públicos, institutos, centros sociales y demás servicios municipales, en especial en algunos barrios que nacieron en la etapa desarrollista.
Un problema debido al clima mediterráneo, pero también del cambio climático y del urbanismo, son las inundaciones. El 19 de octubre de 1982 caían 220 mm en la ciudad, un nuevo récord de lluvia en menos de 24 h que causó numerosas pérdidas materiales. La Rambla de las Ovejas llegaría a 400 m³/s, su máximo histórico, y sembraría el caos en el barrio de San Gabriel, con dos muertos, lo que motivó que tras la riada fuese canalizado el tramo final de la rambla.
El 30 de septiembre de 1997 se vuelve a batir el récord de lluvia con 270 mm y la ciudad sufrió las peores inundaciones de su historia, con cuatro muertos y una altura de las aguas que en algunos barrios como Playa San Juan o San Agustín superaron el metro. Se decretó un día de luto oficial en el que las autoridades se dedicaron a drenar las aguas que anegaban barrios enteros. Las pérdidas económicas fueron cuantiosas, sobre todo en el centro de la ciudad y las playas, lo que motivó un gran plan de defensa contra las riadas cuya efectividad está aún por demostrar.


Siglo XXI
Con el nuevo siglo, Alicante ha conocido un crecimiento demográfico excepcional fruto de la llegada de inmigrantes. Esto, unido a que las generaciones más numerosas son las que actualmente están buscando vivienda, ha causado un nuevo auge urbanístico que conlleva una expansión urbana.
Para mejorar las comunicaciones se está llevando a cabo la construcción del TRAM Metropolitano de Alicante, una combinación de tranvía y metro ligero. Ya se ha conectado el centro de la ciudad de Alicante con Benidorm, y se espera que esta línea se prolongue hacia las localidades del norte de la provincia (Denia). En el futuro se espera que se conecte con el Aeropuerto de Alicante, con el IFA, y con la vecina ciudad de Elche. La Avenida de Denia (entrada norte de la ciudad) también está siendo remodelada totalmente.
Por otro lado, en la zona sur de la ciudad están funcionando los estudios de cine Ciudad de la Luz, donde anualmente se ruedan películas y series de ámbito nacional e internacional. Otros proyectos que se están llevando a cabo son la expansión de la Universidad de Alicante dentro del término municipal, o la organización de eventos deportivos como la Volvo Ocean Race.



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